20.6.09

LOS PENSAMIENTOS DE VALTUEÑA

Imágenes y montaje: Ángela Ibáñez
Clicar icono altavoz para oir la música(arriba a la izquierda)

Hace unas semanas se presentaba el libro Pensamientos del mes ante el botellero” de Valtueña, que iniciaba una nueva colección de Libros del Innombrable: Los libros del señor Nicolás.

Valtueña, artista poliédrico, iniciaba así su etapa literaria con este libro que anticipa próximas entregas.

El acto contó con un numeroso público, tanto del mundo del arte como de la literatura, que disfrutó con la presentación de Joaquín Carbonell, músico, escritor y periodista, y de Paco Rallo, artista, que junto al propio autor y el editor Raúl Herrero desglosaron en la mesa las excelencias de la obra.

José MaríaValtueña, con un largo recorrido plástico y de agitador cultural en Aragón, rubricó su libro a los fieles admiradores que llenaban la sala.


Todo un éxito...


El autor y su obra (texto que aparece en solapa del libro)

José María Blasco Valtueña nació en Zaragoza en 1955, según cuenta la madre, inquieto, con el cordón umbilical dándole siete vueltas al cuello, y no se asfixió.
Oficialmente, estudió arte sin más.
Por la controversia de si perteneció o no al revolucionario e histórico grupo artístico Forma, alguien, hace dos días, queriendo saber todavía más, ante un público comprometido le preguntó: “Pero tú ¿fuiste o no del grupo?”. A lo que él contestó: “Claro, fui la querida”.
De 1981 a 1983 promocionó y dio cancha en el BV-80 a pequeños que ahora son grandes de la música y de la escena, como Santiago del Campo, Bunbury, Sabina y Krahe, Mauricio Aznar, Carlos Martín, Santiago Meléndez, Pedro Rebollo o Jaime Ocaña, entre otros, muchísimos, que igual merecen estar aquí. Y por ello, aunque estuvo a punto, tampoco se asfixió.
Como sigue inquieto, a pesar de los pesares y con la argolla a los tobillos, persevera en dar luz a todo tipo de fenómenos artísticos. Y escribe. Ya son más de 1.300 páginas en cinco años listas para publicar, ni que dios quiera ni que no. Al fin él no gasta gel para manchar papel, sino para embellecer cabezas. De esos folios sale este librillo “Pensamientos del mes ante el botellero” que, aun escrito por Valtueña dejando círculos húmedos por esas barras, aunque lo pareciese, tampoco estaba asfixiado.


"Epigramas que entran como tragos de coñac con música"

El pintor Valtueña aparece con un libro de versos epigramáticos, en los que se escuchan las ruedas del tiempo, como en Marcial. Estos Pensamientos del mes ante el botellero, son como tragos de coñac duro, que raspan por dentro e iluminan, y hay que esperar quieto como el lagarto al sol, sin menear un músculo frente a la barra, antes de regresar a la copa. Y leer entonces: Me atraen los pechos potentes y tersos / como pitones, de los que no se doblan / atravesando corazones.
[para leer artículo completo de Roberto Miranda en Periódico de Aragón:]



No hay comentarios: