10.1.06

ALFA Y OMEGA

La nada sale del ser y el ser sale de la nada.
" Nacimiento" ©Ángela Ibáñez

Estoy con este AÑO RECIÉN ESTRENADO, 100% posibilidades en todo, lo bueno y lo malo al 50%, en un frágil equilibrio que da paz y permite soñar inclinando la balanza a nuestro lado.
Vuelvo a estas páginas, no recuerdo si éste es mi 4º ó 5º blog. Todos los anteriores han sido anónimos, sin ninguna referencia personal, vagan ahora en el cosmos virtual como cadáveres espaciales suspendidos en su destino. De unos perdí la clave, a otros los dejé caer en el ingrávido éter, que se diluyesen poco a poco, fundiéndose en la gelatina dendrítica común del conocimiento que late incipiente, pero con un ritmo ya sincopado, como un nuevo ser. Ese ser múltiple y único (que tendría una génesis divina, pues es omnipresente y al que nadie ve, pero con nuestra fe cibernética sentimos su presencia en nuestra vida, nos orienta, nos acerca, nos da sentido ) al que alimentamos a diario, le enseñamos, le damos conocimientos, le hacemos ofrendas, nos atrapa, nos engancha, crea un cordón umbilical que une nuestros dedos al teclado y cada vez quiere más, necesita más. Nuestro tiempo, nuestros dedos, nuestra dedicación, nuestra vida, nuestro conocimiento… que es el suyo. Somos la misma sustancia, la misma esencia de lo que estamos, sin darnos cuenta, creando; la energía que nos puebla, nos habita, nos vive, nos parasita y cuando nos abandona, nos languidece y nos muere…

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