Imágenes y montaje: Ángela Ibáñez
Presentación del documental "AFM, un poeta incómodo" de Ester Fernández Echeverría y Luis Calvo en el Centro Cívico Antonio Fernández Molina de Alagón el Domingo 21 de Marzo, 5º aniversario de su fallecimiento.
En el estreno no faltaron numerosos amigos y artistas que no quisieron perderse el acto de reconocimiento y recuerdo. Entre otros Raúl Herrero, poeta y editor de Libros del Inmombrable, el galerista Pepe Rebollo, el escultor Ricardo Calero, el arquitecto Joaquín Sicilia, la pintora Margot Venegas, Vicente Ferrer y Begoña Lobo editores de Media Vaca, el poeta Carlos Sierra, el actor Fernando Soriano, el pintor Valtueña, Marisa Lanca, Aurea Plou, Julia Reig, en una larga y extensa lista...
Al finalizar el documental se inauguró una escultura de AF Molina, en los jardines del Centro Cultural que lleva su nombre. Al acto acudió su viuda, Josefa Echeverría y las hijas (dos de ellas, Isabel y Elena continuán la saga artística).
Una breve lluvia fluía desde las nubes de sus cuadros, en las que paseaba Antonio, en una surrealista noche, con una luna de papel que se columpiaba a los pies de la silueta de la Iglesia iluminada de Alagón.
Antonio Fernández Molina: 5 años de ausencia, artículo de Raúl Herrero en Generación.net
En el estreno no faltaron numerosos amigos y artistas que no quisieron perderse el acto de reconocimiento y recuerdo. Entre otros Raúl Herrero, poeta y editor de Libros del Inmombrable, el galerista Pepe Rebollo, el escultor Ricardo Calero, el arquitecto Joaquín Sicilia, la pintora Margot Venegas, Vicente Ferrer y Begoña Lobo editores de Media Vaca, el poeta Carlos Sierra, el actor Fernando Soriano, el pintor Valtueña, Marisa Lanca, Aurea Plou, Julia Reig, en una larga y extensa lista...
Al finalizar el documental se inauguró una escultura de AF Molina, en los jardines del Centro Cultural que lleva su nombre. Al acto acudió su viuda, Josefa Echeverría y las hijas (dos de ellas, Isabel y Elena continuán la saga artística).
Una breve lluvia fluía desde las nubes de sus cuadros, en las que paseaba Antonio, en una surrealista noche, con una luna de papel que se columpiaba a los pies de la silueta de la Iglesia iluminada de Alagón.
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