ASTROLABIO
Astrolabio, el buscador de estrellas, que define la hora del día y de la noche, aparece ya en Alejandría y fue Hiparco (150 a.C) su primer diseñador. Claudio Tolomeo en su libro “Almagesto” desarrolla un instrumento denominado "Astrolabon Organon”. El Astrolabio además de buscar estrellas se basa en el estudio de las proporciones de las sombras para situar el tiempo y el espacio. Casi como la fotografía y sus penumbras, o al menos mi percepción de la misma a la hora de captar imágenes y emociones, tiempos y espacios que fueron en un segundo y quedaron atrapados en el papel, en la retina o en la imaginación.
“Tratar de alcanzar una estrella, llegar donde nadie llegó, ese es mi fin, esa mi meta”, decía una versión musical de Don Quijote que reflejaba la utopía de los viajeros y de los locos soñadores. Queda muy lejana y trasnochada para la mayoría, en la época de las nuevas tecnologías, pero para alguna rara avis sigue teniendo su encanto a través de la investigación de los microchips y los silicios.
Los Puntos Cardinales para orientarse en ese viaje, iniciático o no, en esa búsqueda de estrellas, reales o figuradas, construyen mi muestra fotográfica. Mi realidad y percepción de la imagen.
El Norte y la nada. El vacío que genera todas las posibilidades por carencia o por ausencia. Lo que brota y lo que desaparece.
El Sur, antagónico y opuesto al anterior, el ser que es y que crea todas las concavidades y las llena, las ocupa o las desaloja.
El Este, la experimentación, la aventura, la búsqueda de lo desconocido o la transformación de lo conocido en otros lenguajes, en otros códigos, que siempre están ahí, pero hay que mirarlos de frente para descubrirlos…Todas las respuestas están en el aire, lo difícil es hacer la pregunta adecuada…
El Oeste, el ojo que todo lo ve y todo lo mira. Con mis ojos, mi particular búsqueda de instantes que son sólo míos, tan normales y rutinarios como la repetición, la sucesión del día y de la noche, las secuencias del trabajo, la letanía de los sabores, los sonidos, la belleza, la fealdad, el crecimiento, el envejecimiento, la vida, la muerte.
Como el Unicornio azul, la Rosa azul, son fábulas de un tiempo y de un ideario que nos lleva a soñar la belleza, la bondad, lo sublime, así Astrolabio con este Beso azul busca en las imágenes, en el lenguaje fotográfico mostrar esos indicios, esos destellos de luces y de sombras que nos hacen seguir buscando, seguir viviendo…
Porque como decía Kavafis en su Itaca, la meta está en el camino… Descubrir todas sus imágenes es el reto…
Ángela Ibáñez
Astrolabio, el buscador de estrellas, que define la hora del día y de la noche, aparece ya en Alejandría y fue Hiparco (150 a.C) su primer diseñador. Claudio Tolomeo en su libro “Almagesto” desarrolla un instrumento denominado "Astrolabon Organon”. El Astrolabio además de buscar estrellas se basa en el estudio de las proporciones de las sombras para situar el tiempo y el espacio. Casi como la fotografía y sus penumbras, o al menos mi percepción de la misma a la hora de captar imágenes y emociones, tiempos y espacios que fueron en un segundo y quedaron atrapados en el papel, en la retina o en la imaginación.
“Tratar de alcanzar una estrella, llegar donde nadie llegó, ese es mi fin, esa mi meta”, decía una versión musical de Don Quijote que reflejaba la utopía de los viajeros y de los locos soñadores. Queda muy lejana y trasnochada para la mayoría, en la época de las nuevas tecnologías, pero para alguna rara avis sigue teniendo su encanto a través de la investigación de los microchips y los silicios.
Los Puntos Cardinales para orientarse en ese viaje, iniciático o no, en esa búsqueda de estrellas, reales o figuradas, construyen mi muestra fotográfica. Mi realidad y percepción de la imagen.
El Norte y la nada. El vacío que genera todas las posibilidades por carencia o por ausencia. Lo que brota y lo que desaparece.
El Sur, antagónico y opuesto al anterior, el ser que es y que crea todas las concavidades y las llena, las ocupa o las desaloja.
El Este, la experimentación, la aventura, la búsqueda de lo desconocido o la transformación de lo conocido en otros lenguajes, en otros códigos, que siempre están ahí, pero hay que mirarlos de frente para descubrirlos…Todas las respuestas están en el aire, lo difícil es hacer la pregunta adecuada…
El Oeste, el ojo que todo lo ve y todo lo mira. Con mis ojos, mi particular búsqueda de instantes que son sólo míos, tan normales y rutinarios como la repetición, la sucesión del día y de la noche, las secuencias del trabajo, la letanía de los sabores, los sonidos, la belleza, la fealdad, el crecimiento, el envejecimiento, la vida, la muerte.
Como el Unicornio azul, la Rosa azul, son fábulas de un tiempo y de un ideario que nos lleva a soñar la belleza, la bondad, lo sublime, así Astrolabio con este Beso azul busca en las imágenes, en el lenguaje fotográfico mostrar esos indicios, esos destellos de luces y de sombras que nos hacen seguir buscando, seguir viviendo…
Porque como decía Kavafis en su Itaca, la meta está en el camino… Descubrir todas sus imágenes es el reto…
Ángela Ibáñez
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Astrolabio es una muestra de mi trabajo, en soporte fotográfico,
que podrá verse en ESPACIO ORIENTA FOTO de Zaragoza
del 22 de Junio al 12 de Agosto.
1 comentario:
Por Antonio Perez Morte cai en su blog que me agrado.
Un abrazo desde Madrid.
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