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Used. Rocas. Ángela Ibáñez |
La
memoria de la tierra se muestra en sus vestigios geológicos, tanto
en la superficie como en su interior. La
mina, en el argot
lunfardo del
tango (
Uruguay
y Argentina), es la mujer. Por estas tierras de
frontera
tiene otro significado, lugar del que extraer
cualquier tipo de piedra y mineral. Patrimonio invisible, escondido a
veces por la vegetación, casi siempre por el olvido, riqueza
patrimonial y paisajística que merece la pena conocer, disfrutar y
conservar
En
Used
“la
Mina”,
roja herida en los montes, visible desde el municipio, el hematites
que tiñe de lejos la montaña, aunque inactiva tiene el interés de
formar parte de su paisaje.
Asentada
en la banda cámbrica “va desde el norte de Villarroya
de la Sierra y sobrepasa Calamocha,
con predominio de calizas, pizarras y areniscas de color rojizo,
tiene distintos afloramientos de hierro”,
lo que ha motivado distintas prospecciones, sobre todo en las
llamadas Herrerías y
/ o Serrerías según los lugares y la grafía.
Algunas
de estas minas o prospecciones se recogen en solicitudes de permisos:
La
Buena Sombra (1898)
registrada por un vecino de Portugalete,
en la zona alta de las Herrerías con 12 pertenencias mineras. La Pilar (1900)
registrada por un vecino de Pardos,
con 20 pertenencias en el paraje Cerro. La Numancia (1900)
a nombre de un vecino de Daroca,
con 12 pertenencias en la Peña
del Lobo, la Sagunto (1902)
sita en Carra
Atea.
Tras el cambio de siglo pasan unos años hasta dos nuevos registros,
la San
Vicente en las Herrerías y la Virgen
de la Olmeda,
en Calderones,
ambas minas registradas por un vecino de
Monterde, en 1958.
Pasaron
al recuerdo por su bajo rendimiento, pero la última mantiene con
orgullo su silueta y es parte del recorrido juvenil de muchos
usedanos, actualizado ahora por diversos trazados senderistas y
trails con buena señalización y variadas rutas.
Otros
lugares de interés en Used: la Cantera (piedra caliza)
utilizada en la Colegiata de Daroca y edificios señoriales de
la zona. Así como las Caleras (hornos para extraer la cal).
Arenas y arcillas dieron lugar a Tejares que llevaron a
familias de Formiche Bajo a trabajar junto a la laguna de
Zaida. Gravas y arenas de los Arenales para carreteras y construcción.
Toda
la zona es rica en localizaciones interesantes y poco conocidas.
También el hierro dejó huella de hornos prehistóricos (escoria) en
las Hoces de Torralba de los Frailes.
En
Abanto una mina de mármol rosa, ya sin actividad,
llenó de esperanza al pueblo hace unos años. Cerca de allí, en el
“Cerro Redondo” de Pardos, existe una antigua
cantera de época romana, con restos de columnas a medio extraer,
que conecta con un trozo de calzada que hace presumir que se
usaba para transportar las piezas al exterior.
Daroca
con
sus arcillas y su hermosa La
Mina,
que en realidad es una obra hidráulica de
Quinto
Pierres Bedel
(s.
XVI )
para desaguar el flujo torrencial de un barranco que cruza la ciudad.
Villafeliche
con sus hornos de pólvora y alfarería, los tejares de Aldehuela
de Liestos,
Chodes
con sulfuros de hierro y cobre, Tobed
y Badules con
barita.
Fombuena,
Acered
y Cubel
con
cobre,
éste último posee un gran depósito de blanco caolín,
útil para cerámica fina. Pizarras y hierrro en Luesma
y Codos,
todo un extenso abanico de posibilidades para conocer y disfrutar.
Un
mineral que llama la atención por su color y forma, rosado, rojizo
con estructuras de cristales hexagonales es el Aragonito, tan
frecuente en la zona y abundante en Nuévalos, Monterde
y sobre todo asociado a Molina de Aragón.
Cuando
todos se marchan ¿Qué queda? El territorio, el paisaje, el decorado
que enmarca la vida. a a
día ¡ Cuidémoslo !
Artículo que debería haber visto la luz publicado en marzo de este año, pero vicisitudes varias no lo han hecho posible.